abril 4

¿Por qué se practica yoga descalzo?

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Tomando en consideración que el yoga es una práctica milenaria, no sería difícil imaginar que existan motivos creíbles y razones tradicionalmente justificables que requieran la práctica del yoga con los pies descalzos. Para empezar, es comprensible que muchas personas sientan rechazo a la idea de tocar superficies donde otras personas han tocado también, ya sea caminando descalzo en el parque, en alguna área pública o en la esterilla disponible en tu centro de Yoga. Probablemente alguna vez hubieras preferido cubrir tus pies y te preguntes ¿por qué siempre están todos descalzos?

Si eres de los que se siente incómodo al pisar la esterilla con los pies desnudos, habrás notado que todos los estilos de yoga son unánimemente practicados sin zapatillas. Existen razones de peso para que esto sea así y hemos reunido algunas en este post para compartirlas contigo.

  • Higiene y protección. Mas que tradición, este es un argumento práctico. Las salas donde se realizan las prácticas de yoga están limpias y, por respeto y sentido común, se deben mantener limpias. Con los zapatos traemos tantas impurezas y suciedad que sería bastante desconsiderado pisar con ellos en un área colectiva donde se realiza una práctica grupal.  Además, al momento de estar en la esterilla, recuerda que no solamente tus pies estarán en contacto con ella sino todo tu cuerpo porque también lo estará. Por esto, practicar yoga sin zapatos es un acto de higiene personal.
  • Estimulación y fortalecimiento de los pies.   La estimulación de músculos del pie (músculos que se encuentran atrofiados por el continuo uso de zapatos), la presión en diferentes puntos del pie mientras nos movemos entre las posturas y la movilidad que adquiere la articulación del tobillo, proporcionan al cuerpo y al cerebro una estabilidad que mejora el desempeño de todas sus funciones. En los pies está la base de nuestro cuerpo, por lo tanto, está también la base de nuestra salud. 
  • Optimización de la pisada y prevención de lesiones. Los dedos de los pies que pasan casi todo el día apretados dentro de los zapatos, al descalzarnos encuentran espacio, se flexibilizan y se fortalecen.  Esto aporta alivio a muchas dolencias reflejadas en piernas y espalda que tiene su origen en irregularidades en nuestra pisada. La fascia plantar, que es el tejido conectivo de la planta del pie, es masajeado durante la práctica aportando bienestar al tejido conectivo del resto del cuerpo.
  • Envía mensajes al sistema nervioso. Ancestralmente, cuando los humanos caminábamos descalzos, la presión del contacto de los pies con las irregularidades del suelo, presionaba continuamente las terminaciones nerviosas. Esta estimulación (una reflexología natural) ejercía un efecto potente y regulador en todas las funciones corporales. Hoy día, esta capacidad natural de auto regulación se ha visto anulada por el uso constante de zapatos. Descalzarse para hacer yoga activa esas funciones naturales de nuestro cuerpo que han sido desplazadas, propiciando un estado óptimo de salud.
  •  Estabilización de pies y tobillos. Practicar yoga descalzos ayuda a que las articulaciones de los pies, tobillos y rodillas se alineen y se mejore el espacio anatómico.  Esto significa que promoverás mayor comunicación entre los puntos de apoyo (pies) y todo el resto del cuerpo, aumentando la estabilización de los músculos inferiores y el equilibrio general del cuerpo.  Sin ninguna duda tu propiocepción aumentará. Sentir el apoyo integral de los dedos en suelo es fundamental para definir el grado de equilibrio, no solo a nivel físico, sino en todas las áreas de nuestra vida.
  • Sentimiento de enraizamiento. Sentir los pies en la tierra, a través de la esterilla, nos ayuda a enraizarnos en la vida, permitiendo que nuestra consciencia se expanda equilibradamente. Al anclar los pies, estamos, de cierto modo, también anclando la vida en el momento presente. Aprender a estar presentes, física y mentalmente, es uno de los grandes aportes de la práctica de yoga y el origen de la sensación de calma y bienestar que se experimentan al practicar.

Dicho esto, sabemos que hay algunas circunstancias de la salud de los pies que, eventualmente impiden practicar con los pies descalzos:  si sudas excesivamente por los pies, si padeces de alguna enfermedad de pies que sea contagiosa, como los hongos o papiloma plantar, si tienes alguna lesión que requiera permanecer cubierta mientras haces tu práctica o si por motivo de higiene tienes que practicar en una esterilla que no te pertenece está visiblemente sucia... En casos como estos, sería recomendable que cubrieras los pies con calcetines anti resbalantes, que cumplan la función de cubrir pero que promueva toda la movilidad de los pies.

Finalmente, el contacto directo de los pies al suelo, independientemente si es para la práctica del yoga, cualquier otro deporte o por el simple gozo del contacto con la Tierra te aporta muchos beneficios tanto físicos como emocionales y mentales. Abre tu mente, desata los lazos de tus zapatos y siente la conexión directa de tu cuerpo con el Universo.

Si alguna vez has dejado de practicar yoga por alguna razón te impedía descalzarte, compártenos tu anécdota quizá es algo que le ha pasado a muchos.



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